jueves, 26 de septiembre de 2013

LA MUERTE DE IVÁN ILICH

Acabo de apartar mi vista de la última página de esta obra, y ahora que tengo fresco todo lo que me ha sugerido, la comento a vuela pluma . Porque  Tolstoi refleja aquí  la verdad de la vida. Tenemos los desengaños de Iván con su matrimonio, y su refugio en un trabajo y una clase aburguesada, para luego contemplar a través de su agonía, que todo en la vida eran mentiras que le enmascaraban cómo debía de haber vivido realmente. El lector se identifica plenamente con él, atisbando el egoísmo de aquellos a los que hace sufrir con su condición de enfermo, y de los que realmente lo han amado y respetado, como son su hijo pequeño y el criado Gerasim. El primer capítulo es el funeral, que he vuelto a leer, esta vez con más atención,  al terminar la obra, para ver qué ocurría en el mundo al morir Ilich, y en esa segunda vuelta he podido apreciar muchos más detalles ocultos que Tolstoi enmascara en su inicio, como son la actitud resignada de Gerasim, la rabia del hijo pequeño, hostil hacia los colegas del padre, la actitud aliviada en la viuda, y molesta  en los colegas de Iván, que rápidamente acogen un suplente del juez en su partida de cartas, y siguen ciegos, engañados con las seducciones del mundo. Casi veo el rostro de Iván en el féretro, hermoso e imponente, pero serio, lanzando su advertencia a los vivos y a todos los lectores. Leyendo los últimos pensamientos de Iván, sobre la muerte como un tren que arranca hacia atrás en un túnel, no he podido evitar pensar que esta obra, y no  Guerra y Paz o Anna Karenina, sería en la que Tolstoi pensaría en su último día, acorralado también por la muerte, y no en su casa como Iván, sino en una estación de tren. Una vez más, la vida imita al arte o Dios tiene inextricables motivos para cada uno. Pero La Muerte de Iván Ilich está tan bien escrita, que uno pensaría que Tolstoi ya ha pasado por la experiencia de la muerte y ha resucitado para contarla y lanzarnos una gran advertencia. Me temo que esta historia se quedará instalada para siempre en mi cabeza., 

1 comentario:

  1. Invitación - E
    Soy brasileño.
    Pasei acá leendo , y visitando su blog.
    También tengo un, sólo que mucho más simple.
    Estoy invitando a visitarme, y si es posible seguir juntos por ellos y con ellos. Siempre me gustó escribir, exponer y compartir mis ideas con las personas, independientemente de su clase Social, Creed Religiosa, Orientación Sexual, o la Etnicidad.
    A mí, lo que es nuestro interés el intercambio de ideas, y, pensamientos.
    Estoy ahí en mi Simpleton espacio, esperando.
    Y yo ya estoy siguiendo tu blog.
    Fortaleza, la Paz, Amistad y felicidad
    para ti, un abrazo desde Brasil.
    www.josemariacosta.com


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