jueves, 29 de noviembre de 2012

EL TIEMPO VERBAL SECRETO

¿Podemos resolver la existencia de Dios a través del lenguaje? Ahora estamos y somos. Al morir no estamos, pero ¿seguimos siendo? ¿eternamos? ¿Por qué "hay" no pertenece al presente de indicativo y es impersonal? Dios es el único que puede conjugar el imperativo de haber. Pero Imperativo del verbo 'haber' es

hé tú (como hé aquí)

haya usted

hayamos nosotros

habed vosotros

hayan ellos

Pero esto no tiene sentido, porque no se puede dar una orden en pasado (¡Sol, existe, Hágase algo ya hecho!) Nuestra gramática sólo admite tiempos con aspecto perfecto o imperfecto, no eterno. Como con las matemáticas, la herramienta es limitada.  El genio maligno de Descartes nos dice que nuestra lógica está hecha para sólo intuir la existencia de Dios a través de la Fe y nunca con la razón pura.



martes, 27 de noviembre de 2012

EL LAGO DE BOO' YA MOON

No disfrutaba tanto de una novela de Stephen King desde Misery. La Historia de Lisey  es un libro de amor, pero claro, del amor que Tito King sabe escribir, con momentos épicos y secretos atroces guardados post mortem. La protagonista de la historia es un álter ego de Tabitha King, esposa del novelista. Lisey, es la viuda de un escritor famosísimo que ha dejado tras de sí una especie de juego de Caza del Tesoro, para que ella pueda defenderse contra las cosas que la amenazarán después de muerta. Algunas son recuerdos, otras muy reales como un admirador psicópata que quiere el material inédito de su esposo. Y realmente entramos en la complicidad genial entre ambos, y nos conmovemos por lo que han sufrido. Scott Landon, el héroe trágico y marido de Lisey, prepara una dáliva (palabra que no existe en el diccionario RAE, y que vendría a ser algo así como un premio engañoso) que es una especie de jugarreta, un juego privado de pistas que conducen hasta un premio final, a veces bueno, a veces malo, pero que hay que resolver obligatoriamente. Y así es como un libro en apertura realista, se va volviendo poco a poco fantástico, a base de ir sugiriendo, sugiriendo, hasta llegar a un país recóndito de la imaginación colectiva, maravilloso y bello, pero también poblado de cosas peligrosas y de reverso oscuro, como los sueños hermosos que se van tornando en pesadilla. King dota como siempre de una profunda humanidad a los personajes, cuyos diálogos y pensamientos superan al contexto de todas sus obras. Porque la Historia de Lisey es una profunda metáfora, que trata de la fantástica posibilidad de que aún quede algo por decir y hacer tras la desaparición de un ser querido. De la atractiva posibilidad de que el silencio triste que nos deja una pérdida no fuera total. De la despedida abrumadora del amor, del amor real de verdad, con altibajos y puro a pesar de su imperfección (pues se deja entrever que en la relación de Scott y Lisey no todo fue bueno) De lo terrorífico  de que un monstruo pueda sentir amor. Entre las alabanzas al libro, (Michael Chabon, Nicholas Spark) hay una escritora que dice que King ha conseguido lo que nunca para con ella: romperle el corazón. Ya había amor en otras novelas de Stephen King ( a mí el final de la anteriormente comentada Cell, me descuartizó) y ese amor es creíble por la forma cómplice de explicarlo al lector, haciéndolo sentir receptor único de una jerga propia. Y cualquiera que haya leído este libro sabe que no se puede estar de campaneo por las fresias, que el chaval morado está al acecho, que al final Lisey PPCCN por última vez, y que aunque  la realidad sea Ralph,  todo sigue igual.   
 

lunes, 19 de noviembre de 2012

A LA SOMBRA DEL MAESTRO

Mis dos viejos libros de bolsillo de Alianza editorial con los cuentos completos de Poe y la traducción de Julio Cortázar ya estaban muy machacados, y su lomo difícilmente aguantaría otra revisión. Así que en el 200 aniversario de Poe me decidí a comprar una nueva edición en tapa dura. Los volúmenes encuadernados de RBA editores, en papel biblia, eran muy bonitos, pero incómodos de leer, y el tochaco TODO POE  era para poner en un atril y dar la misa . Alguna editorial incluso sacó la Biblioteca Poe, con todos los cuentos ordenados por fecha de publicación (¡Si hasta publicaron El diario de Julius Rodman!) Pero escogí el libro de la Mistery Writers of América que publicó Mosaico: A la sombra del maestro, en la que todos los galardonados con un premio Edgar comentan los cuentos clásicos, de modo que es el equivalente a una edición con extras y audiocomentarios de DVD, je. Todo está aquí, el enigma de su muerte, el Poe Toaster, los trucos en cada cuento, y la declaración de herederos de todos los que siguen cultivando su invento: El misterio por escrito. 

miércoles, 7 de noviembre de 2012

NO COJAS EL MÓVIL

Cell trata de una pulsación electromagnética de origen desconocido, que, al propagarse a través de los teléfonos móviles, borra el cerebro de quienes reciben una extraña llamada que instala un nuevo software en sus mentes. Algunos supervivientes se enfrentan a este nuevo fin del mundo (King ya ha acabado con el mundo varias veces, la más efectiva con la gripe de Apocalipsis) Como en las películas salvables de zombis, las relaciones entre personajes son más importantes que la acción tipo videojuego. De Cell extraigo una estupenda historia de un padre desesperado por salvar a su hijo, con un finalazo que es un cliffhanger eterno. El tramo medio del libro parece divagar, al igual que ocurría en Apocalipsis, pero en este todo está más planificado, y King quiere ir a un sitio concreto. Me quedo con la fascinación del protagonista con la forma correcta de hablar a los niños pequeños, con su lucha y desesperación. Emociona y entretiene. A la hora de cerrar esta entrada, he sabido que Cell será adaptada al cine, y que con toda probabilidad, Jonh Cusack dará vida al protagonista de la novela, el artista Clayton Riddell, quien inicia una búsqueda desesperada para reunirse con su hijo, una vez se desata el fenómeno. Cusack ya hizo la mejor peli de su vida en habitación 1408, basada en un relato corto de King. Es un libro menor de Stephen King, pero a poco que la hagan bien, será una gran película.

martes, 6 de noviembre de 2012

STEPHEN KING REIVINDICADO

Cuando estaba en el instituto devoraba Stephen King. Recuerdo cómo disfruté su libro de relatos El Umbral de la Noche, y cómo me ganó con su prólogo, su definición del terror. En mi adolescencia siguieron It, Salem´s Lot y la que más me gustó, Misery, pero luego abandoné a King, porque lo relegué a la condición de vieja afición, como cuando dejan de interesarte las películas de terror. Pero Stephen King siguió ahí, nunca se fue, y tengo la sensación de que ha estado todos estos años esperándonos. Que a pesar de probarse a sí mismo con el pseudónimo de Richard Bachman, de su accidente al ser atropellado y casi morir,  y de anunciar que abandonaba la escritura con Buick 8, me gana un tipo que reconoce que escribe porque le hace feliz, y que incluso cuando muera dejará alguna novela inconclusa. Hay un Stephen King que sigue produciendo incansablemente a pesar de que ya tiene pasta como para dejar de hacerlo. Por amor al medio. Es el King que comienza a introducir temas sociales e historias interesantísimas en relatos aparentemente banales, el King de la Historia de Lisey, la chica que amaba a Tom Gordon o Duma Key. Que tiene un tochazo llamado La Cúpula, otro de viajes en el tiempo con Kennedy, y que no sólo ha concluido su obra magna La Torre Oscura, sino que sigue ampliando el mundo de Roland en la reciente El viento por la cerradura. Ya no sé cuántos relatos cortos suyos me quedan por leer, sean a las dos o a las cuatro de la medianoche, pero voy a dedicarme una temporada a ello, e iré reseñando por aquí (Y luego está su hijo Joe Hill, del que se han aclamado El traje del muerto y Cuernos)  No voy a esperar a que King fallezca para que me digan que bajo la apariencia de mala literatura había un discípulo de Allan Poe contumaz.

lunes, 5 de noviembre de 2012

UN YANQUI EN LA CORTE DEL REY ARTURO

Tras Príncipe y Mendigo, Tom Sawyer y Huck Finn, me faltaba este  Twain por leer, y aunque Un Yanqui en la Corte del Rey Arturo es un clásico, me ha parecido una obra menor entre las de este escritor. Creo que me afectaron las palabras de Clarence, el ángel de Qué bello es vivir, que llevaba consigo unas Aventuras de Tom Sawyer, y decía "si vieras lo que está escribiendo ahora Mark". El problema que plantea este libro, es que con él, Twain quiere establecer una crítica política e ironizar con un montón de aspectos de la sociedad, pero lo hace remontándose a una época y lugar irreales, como lo es el Camelot artúrico. Y el libro es innovador para la época, mezclando la crítica de la visión del modo de vida americano con el épico caballeresco, y además alternando con otros capítulos de aventuras, en los que el protagonista se va a santagrilear. Hay elementos muy originales, como juegos tipográficos o la edición del primer periódico de la época. La historia termina siendo una nostalgia de las aventuras del protagonista devuelto a su tiempo, que incluso echa de menos a la Rubia protagonista a la que odiaba y de la que se enamora. Otra suerte de Becky.