viernes, 20 de abril de 2012

Capítulo 25: DE LONDRES AL INFIERNO


El colaborador José Miguel es muy dado a comentar cómics en el blog, siempre buscando sus conexiones con obras clásicas de la literatura universal. Yo creo que hay cómics que merecen la denominación de "literatura" tanto por su formato como por sus méritos artísticos, así que no os extrañe si en alguna ocasión realizo una entrada sobre el llamado "noveno arte". Empezaré por una novela gráfica clásica, de esas que impactan profundamente y quisieras recomendar a todo el mundo: From Hell.

From Hell (1993-1997), obra del guionista Alan Moore y del dibujante Eddie Campbell, es una de esas creaciones que uno puede perfectamente restregar en la cara de quienes dudan de las posibilidades del cómic como medio de expresión cultural y siguen viéndolo como un pasatiempo divertido y/o gracioso para chavales. No es solamente su temática -los asesinatos de Jack el destripador- lo que lo convierte en una lectura plenamente adulta, sino también el tratamiento del guión y el dibujo abocetado, intensos y cruentos hasta lo inimaginable.

Una página de la novela gráfica.

La historia se centra en el porqué de la espeluznante serie de crímenes, y no en el eterno asunto de su autoría. Ni siquiera advertiré como "spoiler" que el asesino es el médico personal de la Reina Victoria de Inglaterra, William Gull, porque lo sabemos muy poco después de comenzar el libro. El británico Moore hace una de sus más impresionantes exhibiciones de investigación bibliográfica, logrando no solamente exponer su teoría, sino comentar (o invalidar para siempre) muchas otras, hasta hacer que hoy en día esta novela gráfica sea considerada poco menos que la obra definitiva sobre los asesinatos de Whitechapel.

Alan Moore

From Hell contiene multitud de tramas paralelas, desde la del policía protagonista y sus pesquisas a las de las prostitutas candidatas a víctimas, pasando por una conspiración de sociedades secretas mucho más cruda y creíble que las milongas de los bestsellers de moda. Casi como si se tratase de una de sus historias sobre la Liga de caballeros extraordinarios, Moore procura meter pequeñas cuñas de erudición, con varias alusiones a poetas y artistas británicos como William Blake, e incluso una aparición del famoso "Hombre elefante" James Merrick, sobre el que David Lynch hiciese la famosa película. Un cierto toque surrealista termina de dar un carácter intemporal al relato, con extraños viajes en el tiempo en los que el asesino aparece en ultramodernos edificios de oficinas, como recordándonos que sigue ahí. Es muy necesario leer los apéndices, en los que el guionista ofrece explicaciones detalladas de cada referencia.

Portada de la edición en español.

Esta novela gráfica (me resisto al término simplista de "cómic") es magistral, una obra apasionante que impacta por su crudeza, por la falta de reparos que ponen tanto Moore como Campbell a la hora de mostrar aspectos muy incómodos de la sociedad y del comportamiento humano, y sobre todo porque te deja la sensación de haber pasado por una experiencia traumática de la que no te arrepientes.

2 comentarios:

  1. Se me atraganta esta novela gráfica. Siempre me ha dado la sensación de que a Moore le encanta ser denso y difícil para poder decir y vanagloriarse de lo denso y difícil de leer que resulta a veces jeje.

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  2. Ufff, este tío se vanagloria de lo lindo, como bien dices. Sin embargo, lo que más me asombra de Alan Moore es que generalmente sus obras están a la altura de sus pretensiones, cosa nada fácil para otros tantos autores.

    Saludos!

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