jueves, 29 de septiembre de 2011

CADA VEZ MENOS CULTURA

Las comunidades que cuentan con programas de gratuidad de libros de texto están encontrando que en la ESO no pueden ni siquiera "recomendar" a los alumnos la compra de cuadernillos de ejercicios o libros de lectura que salgan del chequelibro. Hay temor de que se señale a los alumnos pudientes o no. Sólo se puede trabajar con el libro de texto, y con los materiales que el profesor se busque. Al principio las quejas de los libros del currículo era que eran muy áridos y con eso los niños no se iban a motivar por leer (léase Lazarillo de Tormes, Lope de Vega, Garcilaso) Había que mandar otras lecturas más amenas. Ahora no podemos evaluar con controles de lectura porque no están obligados a comprar libros, no sea que algún padre reclame y tenga que pagarlos Educación. Esto me recuerda el chiste del granjero que tenía un cerdito al que sobrealimentaba. Vinieron de una ONG y le increparon que habiendo niños pasando hambre en el mundo, agasajase al animal con viandas. Luego, cuando el animal comía desperdicios, vinieron de la Sociedad protectora de animales a quejarse del trato que se le daba. Al final, el granjero tuvo que confesar a un amigo que él le daba al cerdito 10 euros, y que se comprase lo que quisiera. Pues eso, el profesor se va a ceñir al contenido de un puñado de fotocopias y que los padres hagan lo que quieran con la educación de su hijo. El padre que crea en culturizar desde la familia puede empezar desde ya, porque los profesores están hartos de esta demagogia de lo políticamente correcto que envilece la enseñanza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario