martes, 24 de mayo de 2011

EL SR. CAYO VIVÍA FELIZ


Muchos son los libros, filósofos contractualistas aparte, que han intentado definir el origen de la soberanía popular, desde el derecho divino iusnatural de Antígona a la justicia popular en Fuenteovejuna. Y eso que Lope era un defensor de la monarquía absoluta. Los griegos decían que el gobierno de todos era el gobierno de nadie. Que debían gobernar los "aristos". Los intelectuales. Miguel Delibes en "El disputado voto del Sr. Cayo" desmonta la falacia política. El Sr. Cayo sabe apicultura, sabe pescar, sabe para qué sirve cada flor y predice el tiempo.

- ¿Usted es el jefe, no? /Dice Cayo al diputado.
- No, el poder reside en el pueblo, del que emana mi investidura para gobernar.
- YA. (Cayo no parece creérselo y el aspirante a diputado Víctor no sabe explicarlo mejor)

Los buenos toman buenas decisiones si están preparados para ellos. No basta con el buenismo. El gobierno perfecto es una utopía, si se pretende redimir al redentor. En esa novela sí que se dice por qué el poder reside en el pueblo, mucho mejor que en Los Miserables o las 500 páginas de V de Vendetta. En el diálogo en el que una chica advierte al diputado:

"Tienes que ir a visitar al Sr. Cayo, porque si tú y él fueseis los últimos habitantes de la Tierra, tendrías que ir a suplicarle de rodillas que te diera de comer"

viernes, 6 de mayo de 2011

Por fin, el mejor Lovecraft en imágenes.

Cartel oficial de El susurrador en la oscuridad.

Nunca me ha cabido en la cabeza el que los lectores de H. P. Lovecraft jamás hayamos tenido alguno de sus relatos bien plasmado en forma de película. Considerado como el mejor autor del género de terror de todos los tiempos junto a Edgar Allan Poe, el corpus de relatos del genio de Providence es lo suficientemente amplio y variado como para que a estas alturas alguien se haya molestado en adaptar fielmente alguna de sus obras. Pero todo lo hecho hasta hace poco era un montón de películas difusamente inspiradas por, o basadas en, el universo de Lovecraft y sus mitos de Cthulhu.

Cartel original de The Dunwich Horror.

Por ejemplo, en 1970 se estrenó una versión nada afortunada de El horror de Dunwich, una de las obras clave de Lovecraft y que, a todas luces, bien podría haber tenido una traslación a la pantalla fiel a la vez que afín a los gustos del público mayoritario. En lugar de eso se optó por una visión psicotrópica que incluía tramolla de sectas satánicas y se alejaba prácticamente del todo de la obra original. También son conocidas las películlas tituladas Reanimator, basadas en el relato Herbert West: Reanimador, que además de ser una obra menor de Lovecraft (creo que incluso ninguneada por él), fue tratada en tono humorístico y gore de serie B o peor.


Y últimamente se tenían grandes expectativas puestas en el proyecto soñado del mexicano Guillermo del Toro: rodar de forma escrupulosamente fiel En las montañas de la locura, el otro hito popular lovecraftiano junto a Dunwich. Del Toro contaba con un gran presupuesto tras el éxito de sus últimas cintas, además del apoyo como productor de James Cameron y su técnica de filmación en 3D, sin olvidar de que se llegó a contratar oficialmente a Tom Cruise como protagonista que ayudase a atraer al público a las salas. Pero empezaron a marear a Guillermo del Toro con el tema de la clasificación por edades, y al final se ha ido todo al traste. Quizá, y sólo quizá, la compañía siga adelante con Cruise y sin del Toro, con lo que los resultados podrían ser bastante impredecibles. La última intentona ha sido española, La herencia Valdemar, un díptico en el que la prometedora primera parte -una especie de introducción de dos horas- eclosionó en un despiporre argumental en la segunda película, titulada La sombra prohibida. Otro intento fallido. Pero...

Hasta el cartel es genial.

Pero la esperanza se llama The H. P. Lovecraft Historical Society, un grupo de aficionados, supongo que fans empedernidos, que se han propuesto muy en serio realizar una serie de obras fílmicas sobre cuentos del autor estadounidense. Comenzaron magníficamente en 2005 con el mediometraje The Call of Cthulhu, o La llamada de Cthulhu, que rodaron como película muda y en blanco y negro (una técnica que ellos mismos Mythoscope), logrando una magnífica ambientación y total fidelidad al texto, lastrada en todo caso por la evidente naturaleza amateur de los actores. La secuencia en la que un enorme Cthulhu en stop-motion al estilo Harryhausen ataca al barco es para quitarse el sombrero. Así comienza (el resto, enterito en Youtube).


Y este año se encuentran embarcados en la promoción de su primer largometraje, el bastante más profesional (todavía no del todo) The Whisperer in Darkness, o El susurrador en la oscuridad, otro de los puntales literarios de los Mitos. En esta ocasión se recupera el blanco y negro, aunque se ha optado por hacer la película sonora. Al parecer, la intención de la Sociedad es ir realizando adaptaciones que reflejen diferentes épocas de la historia del cine, como si estas películas suyas siempre hubiesen estado merecidamente ahí. Al final han tenido que ser los fans quienes hagan lo que la obra de Lovecraft merecía. El primero de los dos trailers existentes: