martes, 25 de mayo de 2010

DESOLACIÓN ROMÁNTICA


Pues con razón decían que Emily era mejor que Charlotte. Y es que tras los tópicos a lo Jane Austen de mozas casaderas que luchan contra sus familias para que el amor desinteresado y puro triunfe en el mundo, Cumbres Borrascosas aúna todos los tópicos del Romanticismo: Paisajes tenebrosos, amor post mortem queriendo desenterrar a la amada, páramos desolados, un fantasma atormentado, y un amor entre Heatcliff (el gran supervillano del libro) y Katherine que acaba destruyendo a todos los de su alrededor: sobrinastro, esposa, criada sufrida (Sally) y haciendo que un tranquilo visitante que ha de pedir alojamiento una noche de tormenta, intuya lo que allí está pasando y salga de Cumbres Borrascosas echando cruces. Aquí no hay finales felices, y por eso Crepúsculo vende más. Las Brönte traían un romanticismo de moraleja suicida. Es raro que a una mujer le guste esta obra, con un amor enfermizo, machista, y posesivo. Si Heatcliff hubiera sido vampiro al menos tendría excusa. Era un pobre muchacho maltratado que no sabía amar sensatamente. Cumbres Borrascosas es la casa Usher y la mansión de los Baskerville juntas.

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